Cuando pienso en el tango, la primera figura que me viene a la cabeza es "el compadrito", "malevo", ese personaje mitad héroe mitad malandra, respetado por todos, pero mas que respetado ...temido. Parado en alguna esquina obscura, la mirada oculta por el fuyi, el saco cruzado, y los zapatos con tacos; recostado contra la pared... y jugando al yo-yó. Porque despues de todo por mas malevo que sea no deja de ser un hombre... y quien alguna vez no se tento de jugar con un yo-yó...?
Estos son algunos de mis juguetes automatas, los que girando la manivela y con un poco de fantasía cobraran vida en nuestras manos

viernes, 9 de abril de 2010

Negro lindo

La tarea complicada de llevar pingos al disco
es un juego para niños si te lo piden a vos.
Te subís al pura sangre los dejás a todos bizcos
y ganás de punta a punta, que en la punta sos un Dios.
Otras veces, de variante, te quedás atrás de todo
y al entrar en el derecho como a postes los pasás.
Mientras gritan los muchachos, desde el Paddock a los codos:
¡Al galope, Negro Lindo, de los jockeys sos el as!

¡Negro Lindo, Negro Lindo!
Si apilado en un congreve
de su sangre hacés hablar.
Esmerando el trabajito,
Aunque corras a un burrito
te ingenias para ganar.
¡Negro Lindo, Negro Lindo!
No me extraña si algún día
ya aburrido de los cracks,
los dejás en el ropero
y al caballo del lechero,
¡sos un fenómeno, viejo!,
hasta el disco te llevás.


Lito Más




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